Sesión de estudio
Lo
que debía ser una tarde usual en la práctica de fútbol, se
convirtió en una sesión de estudio en la biblioteca. XiuMin, junto
con los miembros más responsables del equipo, consideraron tomarse
el día libre para que todos pudiesen prepararse debidamente para los
exámenes la siguiente semana. Cada uno volvió a su cuarto para
recoger sus materiales de estudio y se encontraron en la biblioteca.
—Espero
que SeHun y D.O. se reconcilien pronto —suspiraste, ninguno de los
dos habló por el resto del almuerzo, ni siquiera cuando SuHo
intentaba hacerlo.
Tomaste
todos tus libros y notas que pudiste meter en tu mochila. No habías
decido que estudiar ese día y decidiste solo llevar todo porque no
habías comenzado con ninguna de tus materias. Soltaste un gran
suspiro mirando tu mochila. No habías podido quitar todas las frases
que los estudiantes habían escrito en ella, debido a que la mayoría
había sido escritas con marcadores indelebles, no salía no
importaba cuantas veces las lavases. La usaste de todas formas, ya
que en realidad no tenías otra opción. Solo tenías una mochila.
Finalmente
llegaste a la biblioteca. Había tantos estudiantes que no sabías si
podrías encontrar a los otros.
—¡Aquí,
JooRi ah! —La voz retumbante de ChanYeol llamó tu atención,
ganándose un breve regaño de parte de una de las bibliotecarias.
Estaban
sentados en una de las muchas mesas. Suspiraste tristemente de nuevo,
ganándote muchas miradas de los otros estudiantes, especialmente
después de la declaración pública de ChanYeol que te encontrabas
allí. Lo que había sucedido en la cafetería antes se convirtió en
otro gran chisme, y nuevamente eras el centro de todo.
Aish.
¿Cuándo terminará esta extraña atmosfera?
Rápidamente
hiciste el camino hasta la mesa, esperando no meterte en más
problemas. Tenías suficiente por un día.
—JooRi
ah —dijo ChanYeol, dándote un abrazo de bienvenida—. ¿Estás
bien? —preguntó despeinando con cariño tu cabello.
—Sí,
¿por qué?
—Escuché
lo que pasó en la cafetería.
—Oh,
bueno… —fue todo lo que pudiste responder.
—¿Qué
pasó con tu mochila? —XiuMin, cuya nariz había estado enterrada
en un libro, preguntó cuándo finalmente levantó su cabeza para
verte llegar.
ChanYeol
te hizo girar para también verla. —¿Qué demonios?
Volviste
a verlos, sin querer darles tiempo de leer más de las frases
escritas en ella. Sus caras eran una gran mezcla de diferentes
emociones que eran difíciles de leer.
—Aparentemente
alguien pensó que sería divertido —reíste, intentando
demostrarles que no era la gran cosa.
—JooRi,
¿por qué no nos dijiste que la gente te había estado haciendo
cosas malas? —preguntó Lay.
—Bueno,
yo… no pensé que fuese algo relevante para molestarles
—contestaste, tus manos retorcieron distraídamente las tiras de tu
mochila.
—¿Qué
quieres decir con que no era relevante? JooRi, pudiste haberte
lastimado —dijo Lay, regañándote como si fueses una niña de
cinco años.
—Tiene
razón, JooRi. ¿Qué hubiese pasado si LuHan y Wu Kris no hubiesen
llegado a tiempo? Pudo haber sido más serio —agregó XiuMin.
—Bueno,
quise decir además del incidente con Lee HeeJun, no era tan malo
antes, en realidad —explicaste.
—¿Cómo
cuando alguien te encerró en la bodega? —te preguntó Lay. Lo
miraste con sorpresa.
—Chen
nos lo dijo —te informó ChanYeol.
—Bu-bueno,
esa en parte fue mi culpa. Fui tan estúpida entonces, caí en su
trampa. Jeje. Pe-pero, como sea, estoy bien ahora, especialmente
porque ese incidente durante el partido de tenis ya está cerrado.
Las cosas se pondrían peor después de eso. Incluyendo esto
—dijiste, refiriéndote a tu mochila—. Así que, creo que estaría
bien ahora. Y seré más cuidadosa, ¿está bien? —sonreíste.
Lay
suspiró. —Entonces espero que nos prometas una cosa. Si alguien
intenta lastimarte de nuevo, debes decirnos, ¿entendido?
—Entendido
—contestaste—. ¿D-dónde están los otros? —preguntaste,
cambiando el tema.
XiuMin
soltó un suspiro derrotado ante tu testarudez. Él sabía que lo que
intentaban decirte no había llegado por completo a ti. —Los otros
tienen una junta con el Consejo Estudiantil. Y no creo que SeHun y
D.O. vengan —contestó.
—Omo.
¿No se han reconciliado?
—SeHun
puede ser muy obstinado así que no olvidará lo de D.O. a menos que
le pida disculpas. Y D.O. es solo terco. Tomará algunos días antes
de que esos dos se reconcilien —explicó XiuMin, rascando su nuca
con una expresión cansada.
—Solo
déjenlos ser, vendrán a su tiempo —dijo LuHan, quien hasta
entonces había estado en silencio.
—¿Y
Kai? —le preguntaste a ChanYeol.
—Dijo
que quería descansar —contestó.
—Oh,
ya veo —murmuraste.
Entonces
realmente no lo veré hoy. Supongo que solo seremos cinco,
suspiraste mirando a Lay, XiuMin, ChanYeol y LuHan.
Finalmente
decidiste sentarte al darte cuenta que habías estado ahí parada por
mucho tiempo. Pero a la vez, para tu decepción, ChanYeol se había
sentado junto a Lay. Y Lay estaba sentado en la punta, así que no
había forma de que te sentases junto a él. Te consolaste con
sentarte frente a él, lo que para tu desaliento, también era un
lado de LuHan.
—Ese
chico no estudia, de todas maneras —continuó ChanYeol, ignorando
que le estabas lanzándole miradas resentidas.
—Como
si tú lo hicieras —rió LuHan.
—Ey,
no soy como él. Estoy estudiando ahora, ¿o no? Al menos estudio
antes de los exámenes, soy mejor. Pero ese chico no estudia nada y
se salta las clases —replicó ChanYeol.
—Lo
que haces no es estudiar. Se llama abarrotar1.
Y eso no te hace mejor. —XiuMin le miró amenazante.
Te
sentiste culpable ante lo que XiuMin decía ya que era lo que hacías
la mayoría del tiempo.
—Entonces
ChanYeol, ¿cómo te fue en la reunión? —preguntaste mientras
gradualmente sacabas tus libros de la mochila.
—Se
supone que nos suspendieron una semana, pero ya que es semana de
exámenes, solo seremos suspendidos lunes y martes —contestó.
—Ah,
cierto. Los días de examen son del miércoles al viernes, ¿verdad?
—Sí.
¿Pero sabes qué? El diablillo y sus amigos fueron suspendidos
incluso por más tiempo. Sus suspensiones comenzaran el lunes, como
las nuestras, pero como nosotros volverán durante los exámenes.
Luego serán suspendidos por toda la semana después de esa.
—Veo
—contestaste.
—Además,
el diablillo no podrá dar sus exámenes, porque su brazo derecho
sigue roto. No puede escribir aún —sonrió ChanYeol.
—Pero
deberá dar los exámenes más tarde, ¿no? —dijo XiuMin.
—Sí.
Pero al menos no dará el examen con todos los demás. Seguramente
fallará sin poder copiarse de nadie —rió malvadamente ChanYeol.
—Sí,
suponiendo que es como tú —le dijo LuHan—. Pero oí que no es
tan malo en clase. Probablemente es más inteligente que tú.
—Ah,
en serio. ¡Estaba agradecido de que esos enanos no estaban pero tú
estás aquí para molestarme! —le gruñó ChanYeol a LuHan.
—No
te estaba molestando. Solo te decía la verdad. —LuHan se encogió
de hombros.
—¡¿Qué?!
—bramó ChanYeol.
—¿Podrían
quedarse quietos? —siseó una bibliotecaria mientras le daba al
grupo una mirada reprobatoria.
—Lo
sentimos —ChanYeol le dirigió una sonrisa de disculpa, mostrando
sus perfectos dientes perlados.
La
bibliotecaria parecía que estaba luchando consigo misma antes de
suspirar. —Mantengan sus voces bajas. Es un lugar de estudio.
¿Entendido? —dijo suavemente como si estuviese regañando a niños
del jardín de infantes.
Omo.
Estos chicos también pueden manejar a una mujer mayor,
sacudiste tu cabeza.
La
mesa finalmente se sumió en silencio cuando cada uno eventualmente
comenzó a estudiar lo suyo. Decidiste comenzar con tus lecciones de
Monstruología, ya que probablemente era la asignatura con la que más
problemas tenías. Seguías a la mitad de tu reporte y no tenías
idea de todo lo que entraba en los exámenes de mitad de año.
Estudiar esta materia, se sentía como estudiar biología, con muchos
términos y definiciones que memorizar.
Al
menos biología es algo con lo que estoy familiarizada,
gruñiste mentalmente.
En
menos de quince minutos, tu cabeza ya estaba doliendo. Decidiste
tomar un pequeño descanso y mirar lo que los otros estaban haciendo.
Lay estaba ayudando a ChanYeol mientras XiuMin seguía absorbido en
uno de sus libros. LuHan, te diste cuenta, estaba leyendo un libro
sobre fauna, lo cual no era parte de ninguna de tus materias.
¿Qué
cosa? ¿Cómo puede este demonio estar tan relajado con la semana de
exámenes a la vuelta de la esquina? Oh, bueno. No es mi problema.
Volviste
a mirar el libro y agónicamente a tus lecciones.
—Ya,
mira —dijo LuHan, sacando tu atención del libro—. Eres tú
—dijo, mientras señalaba una foto de un oso pardo2
en el libro que leía.
—Muy
divertido —le bromeaste de vuelta y volviste a tus lecciones.
—Mira.
Este se ve incluso más como tú —rió, mientras señalaba una foto
de un oso pardo enfadado, dejando al descubierto sus colmillos a
quien fuera que tomó la fotografía.
—¡Ah,
en serio! Estoy estudiando, ¿bien? ¡Deja de molestarme! ¿Por qué
no te alejas de mí? —le dijiste, señalando el asiento vacío
junto a él.
—Me
sentaré donde quiera. Y yo llegue primero. ¿Por qué no te mueves
tú ahí? —replicó.
—Incluso
si lo hago, seguiría sentada junto a ti. No hace diferencia,
¡¿verdad?! —escupiste.
—Hey,
¿están bien ustedes dos? —preguntó XiuMin.
—¡Sí!
—sonrió LuHan.
—¡Aish!
¡Insufrible, molesto, despreciable pequeño demonio! —Chillaste
los dientes y moviste tu asiento lo más posiblemente lejos de él.
¿Por
qué estoy sentada junto a este zoquete cuando podría estar sentada
junto a Lay? Le
lanzaste una mirada resentida a ChanYeol, aunque sabías que no hacía
nada malo al sentarse junto a Lay.
Volviste
a tus lecciones con un temperamento turbio, y no ayudaba tener que
memorizar más términos, de los cuales, la mayoría estabas segura
olvidar después de unos minutos. Finalmente te diste por vencida y
decidiste seguir con los apuntes de matemática de JiMin, de las
clases a las que habías faltado, que te había dado la noche
anterior. Aunque JiMin y tú estaban en diferentes clases, tenían
los mismos profesores en las mismas materias, todos los de tu año
tenían el mismo plan de estudios.
Para
matemática, tenías algebra avanzada para ese período. Hojeaste sus
notas sobre las expresiones algebraicas de división y las comenzaste
a relacionar en tu libro. No importaba cuantas veces leyeras los
pasos e intentaras hacer las actividades, no podías obtener la misma
respuesta que JiMin.
¡Ugh!
¡¿Quién demonios inventó la algebra?! ¡No es como si la pueda a
usar cuando vaya a comprar o algo! ¡Es prácticamente inútil!
Sacudiste
tu flequillo con irritación y violentamente tachaste los cálculos
que hiciste, con tu lápiz. Diste un suspiro de derrota y lanzaste
una mirada hacia Lay, y pensaste que bueno sería si te pudiese
ayudar justo como la última vez. Pero ya estaba con ChanYeol, y
XiuMin estaba demasiado ocupado en su propio estudio, así que no
quisiste molestarlo. LuHan estaba fuera de discusión.
Escribiste
la ecuación de nuevo y comenzaste esperanzada. Lanzaste una mirada a
Lay y esperando cuando él y ChanYeol terminaran pudiese ayudarte a
ti. Pero juzgando por cómo se veían las cosas, no parecía que
fueran a terminar pronto.
—Mirar
a los demás no te ayudará a resolver tu propia ecuación —murmuró
LuHan junto a ti.
—¡Cállate!
—siseaste y enterraste tu nariz en el papel, sintiéndote algo
avergonzada.
Le
escuchaste soltar un suspiro, y lo siguiente que supiste fue que él
tomaba tu lápiz de tu mano mientras se inclinaba hacia tu papel.
Comenzó a resolver la ecuación, explicándote cómo hacerlo al
mismo tiempo.
Te
estremeciste ante su repentina acción, y porque él estaba demasiado
cerca, todo lo que hiciste fue mirarlo él en lugar de mirar lo que
estaba haciendo. Y mientras echabas un vistazo a su rostro tan cerca
como estaba, te diste cuenta que tenía unos hermosos ojos redondos,
con unas pestañas ligeramente espesas que las hacían parecer algo
largas. También notaste que su nariz tenía tipo adecuado de largo,
y te gustaba el aspecto suave que le daba, no como las narices
afiladas o aquellas con varios accidentes que solías esperar en las
personas con nariz larga, y pensaste que eso le daría a todo aquel
que nunca había tenido la nariz perfecta, el estímulo para correr a
buscar su dinero. Sus labios pequeños y rosado, pensaste, se veían
como la gelatina de melocotón que solías comer cuando eras una
niña, y te preguntaste si serían igual de suaves… y dulces. Y te
diste cuenta, desde esa distancia, que olía realmente
bien.
No
te había gustado él por su primer encuentro y casi siempre
te molestabas por su mera presencia, así que nunca habías tenido la
oportunidad de mirarlo apropiadamente de esa manera. Siempre pensaste
que era muy guapo, pero en ese instante, te diste cuenta que era
realmente
hermoso, o guapo, o ambos. Honestamente no sabías que término sería
mejor usar. De cualquier manera, indiscutiblemente estaba a la altura
de ambos.
—¿Has
entendido? —su tono de voz entre impaciente y perezoso te sacó de
tus pensamientos.
—U-uh
—susurraste entrando en pánico, tu cara se tiño de diferentes
tonos de rojo.
—Intenta
con la segunda ecuación —te dijo, dejando tu lápiz sobre el
papel.
Garabateaste
la segunda ecuación de las actividades y la miraste en blanco por un
momento.
¡No
estaba prestando atención a ninguna de sus explicaciones! ¡¿Qué
mierda estaba haciendo?!
Dubitativamente
le lanzaste una mirada, él te veía con una ceja levantada.
Decidiste
tan solo seguir con lo que pensabas debería resolverse la ecuación.
—¡Mal!
—dijo en menos de cinco segundos desde que habías comenzado a
escribir—. Te lo dije, simplifica la expresión primero luego
ordena en descendente los exponenciales con potencias iguales antes
de comenzar a dividirlos. ¿No estabas escuchando?
—¡Aish!
Bien, bien —gruñiste y rehiciste la ecuación, no queriendo
admitir que no le habías escuchado por estar haciendo algo más.
—¡Ugh!
Lo estás haciendo mal de nuevo. ¡¿Podrías escuchar?! Dije que lo
simplifiques. ¡Combina términos similares antes de comenzar a
dividirlos! —dijo impaciente, con un tono de voz molesto.
Le
diste una mirada de confusión e irritación.
Dejó
salir un suspiro molesto y volvió a quitarte el lápiz de tu mano.
—¿Por qué te es tan difícil entender? Te mostraré de nuevo.
Presta atención. Hazlo así —dijo mientras se inclinaba sobre tu
hoja con mucha dificultad—. ¡Aish! ¡¿Podrías ponerte más
cerca?!
—¡Ugh!
—jadeaste y volviste a tomar tu lápiz de su mano—. ¡¿Cómo se
supone que entienda contigo explicando tan rápido?!
—Tú
eres la lenta. Te lo estoy enseñando una y otra vez, ¡pero no me
estás prestando atención!
—¡¿Llamas
a eso enseñar?! ¡Lo que haces se llama gritar! ¿Lo sabías? ¡No
importa! ¡Lo entenderé yo misma!
—¡Hazlo
si puedes! —se mofó.
—¡Por
supuesto que puedo! ¡Y metete en tus propios asuntos! ¡No te pedí
ayuda en primer lugar!
—¡Bien!
No te preocupes, entonces, porque no ayudaré a un estúpido oso
canso como tú de nuevo —dijo.
—¡Bien!
¡Porque no necesito tu ayuda!
—Bien.
—Se encogió de hombros.
—¡Bien!
—escupiste.
—Chicos,
bajen sus voces. Estamos en la biblioteca. Los expulsarán —los
regañó XiuMin. Y como si lo hubiese oído, una bibliotecaria se
acercó a su mena.
—¡Tú
otra vez! —dijo la mujer enfadada con sus manos en las caderas.
Para tu desgracia, era la misma bibliotecaria que te había echado la
última vez—. ¡Fuera!
—Lo
siento —murmuraste.
—¡Dije
fuera! —gritó de nuevo.
Suspiraste
y juntaste tus cosas. Esperabas que también le gritase a LuHan, pero
ella solo te miraba a ti.
—Espera,
¿qué hay de él? —preguntase, señalándolo.
—¡Apúrate!
—dijo impaciente.
—P-pero…
—¡Sal
ahora! ¡O no te dejaré entrar más a esta biblioteca!
Diste
una rabieta y miraste resentida a LuHan antes de salir caminando.
Inclinaste tu cabeza un poco con vergüenza mientras los demás
estudiantes susurraban entre ellos. Era la segunda vez en el día que
estabas envuelta en escenas vergonzosas.
¡Y
Lay estaba ahí! Te
golpeaste la frente ante la desdicha. ¡Todo
es culpa de ese molesto idiota! ¡POR SUPUESTO, TÚ, DESPRECIABLE
PEQUEÑO DEMONIO!
2
Oso canoso, como llama generalmente LuHan a JooRi, es la traducción
de “grizzli”, cuya traducción literal sería oso pardo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario