Gracias a la dongsaeng por traducir este capitulo!!
Callejón sin salida
—¡¿Qué?!
—preguntaste en shock. Nadie contestó. Simplemente miraban el
piso, o a ti, o entre sí—. ¿Por qué? No puede ser.
—La
decisión fue tomada a través de votaciones —dijo sombríamente—.
El entrenador YunHo y yo intentamos defenderlos, pero…
—Pero
no nos creyeron —terminaste por él—. Pero ¿no es demasiado
temprano para decidir eso? ¿No se supone que haya una clase de largo
proceso para cosas como estas?
—Habían
algunos que seguían neutros y seguían queriendo posponer el
veredicto hasta conseguir más información sobre lo que pasó, pero…
la mayoría de ellos son de por sí difíciles de convencer, y fue
una decisión mayoritaria, así que no hay mucho que podamos hacer al
respecto.
—Pero
esto… ¡esto no está bien! —dijiste desesperada, mirando los
rostros de tus amigos igual de desconsolados.
—JooRi
tiene razón, hyung. Esto es injusto. Incluso antes de que pudiésemos
dar nuestras explicaciones, sus mentes ya estaban preparadas para no
creer en nada de lo que dijéramos —dijo Chen.
—Malditos
sean. ¿Para qué arreglaron todas esas audiencias? —resopló
BaekHyun frustrado.
—Pareciera
que son sólo por formalidades —dijo LuHan.
—Y
mi testimonio sólo empeoró las cosas. Si hubiera sabido… soy tan
estúpida —dijiste frustrada mientras presionabas tu palma contra
tu frente.
—Chicos,
no saltemos a las conclusiones aún —dijo SuHo.
—Y
no seas tan dura contigo misma, JooRi ah. Todos sabemos que la
reputación de Kai y ChanYeol hyungs entre los profesores no es tan
buena, para empezar. Sin mencionar la mala historia que tiene el
equipo de fútbol con el grupo de Lee HeeJun —te reconfortó SeHun.
—¿Qué
quieres decir? —preguntaste.
—Bueno,
no es la primera vez que el equipo de fútbol tuvo enfrentamientos
con su grupo —te dijo BaekHyun.
—¿En
serio? ¿Por qué ni siquiera yo sabía eso? —cuestionó LuHan.
—Fue
unas semanas antes de que fueras transferido —le dijo SeHun—. Fue
durante las pruebas de aptitud del año pasado, ¿no, hyung? —le
preguntó a SuHo.
—Sí
—respondió SuHo.
—¿Qué
pasó? —les preguntaste.
—Eran
las últimas pruebas del año. Y el club seguía siendo bastante
nuevo en ese entonces, sólo era el segundo año. Un montón de
estudiantes lo intentaron ese día, sabes, con la emoción de un
nuevo club y con que el fútbol es un deporte tan popular y todo eso.
Y sin mencionar que los sunbaes del club son algunos de los más
populares de los grupos de aquí. Y ya que el club acababa de
empezar, la escuela no quería invertir en demasiados miembros aún,
ya que las vacantes eran limitadas —explicó Chen.
—Aaah…
fue una dura competencia —recordó BaekHyun.
—Ahora
BaekHyun aquí —continuó Chen—, fue emparejado contra Lee
HeeJun. Las pruebas de aptitud eran así, eran partidos con una sola
persona en cada equipo. Dos jugadores jugarían entre ellos hasta que
uno de ellos anotara un gol. Sin compañeros de equipo, sin arqueros,
sólo ellos. Es la clase de juego en que realmente no importa quien
gane o no, ya que el entrenador YunHo y los sunbaes estaban enfocados
en cómo jugabas, así que no era realmente un partido de
eliminación. Pero podría ser así también. Si el juego era bueno y
tú ganas, definitivamente serías notado y obtendrías una mejor
oportunidad de ser un jugador principal en vez de un suplente.
—De
todas formas, para cortar toda la larga historia, BaekHyun hyung y
Lee HeeJun se metieron en un acalorado partido, y BaekHyun hyung
golpeó a Lee HaeJun en la entrepierna con el balón en una de sus
patadas —. SeHun rió.
—No
lo golpeé. Fue un accidente —dijo BaekHyun a la defensiva.
—Dudo
que lo haya sido —dijo Chen en desacuerdo.
—Juro
que lo fue. Aahh, en serio —BaekHyun gruñó ante los rostros
incrédulos de Chen y D.O.
—De
todas formas, ¿qué pasó después?
—Por
supuesto, ya puedes adivinar que el diablillo se enojó y golpeó a
BaekHyun en el rostro —dijo Chen.
—¡Dios
mío! —dijiste.
—Y
ChanYeol hyung, quien ya estaba en el equipo de fútbol en ese
entonces… Bueno, ya sabes cómo es él con sus amigos. Y él y
BaekHyun hyung eran cercanos incluso en ese entonces, así que envió
a volar a Lee HeeJun a través del campo antes de que BaekHyun hyung
pudiese siquiera darse cuenta de lo que pasaba —continuó SeHun.
—Idiota
—murmuró D.O.
—Y
como pasó en el reciente vuelo, la pandilla de Lee HeeJun se unió
a la pelea y también lo hicieron algunos chicos del equipo de fútbol
—dijo Chen.
—Aunque
no fue tan sangrienta como esta. Pero aun así fue un gran desastre.
Casi todos fueron suspendidos —dijo SuHo.
—Claro
que ese bastardo nunca entró al equipo. Desde entonces ha habido
mala sangre entre el equipo de fútbol y la pandilla de Lee HeeJun,
incluso entre los sunbaes —te dijo BaekHyun.
—Ahora
con este nuevo récord, las cosas no lucían bien con este incidente
—dijo SuHo.
—Si
lo que pasó en este entonces afecta la reputación de Kai y
ChanYeol, ¿no debería ser lo mismo para Lee HeeJun? —preguntaste.
—Bueno,
sí. Sin embargo esta vez fue ChanYeol quien empezó con esto. Y la
condición de Lee HeeJun tras la pelea tampoco ayuda mucho —replicó
SuHo.
—Por
no mencionar las mentiras que esas escorias dijeron en los
testimonios —dijo BaekHyun.
—¿Qué
quieres decir? —le preguntaste.
—Lograron
hablar de la pelea antes que nosotros. Dijeron que el equipo de
fútbol había estado tratando de vengarse desde aquel entonces. Eso
es porque algunos miembros han sido acosados por él antes de esto
—dijo BaekHyun disgustado.
—¡¿Qué?!
—rugiste. Mientras tú estabas preocupada, Lee HeeJun era quien
había estado acosando a los demás, a ti en particular—. ¿Y se
creen eso?
—No
lo sé. Quizá. Como LuHan hyung dijo, pareciera que todas aquellas
audiencias fueran por formalidades. Excepto por los profesores,
aquellos miembros de la junta no conocen ni a la mitad de los
estudiantes de aquí, ¿por qué se preocuparían? Preferirían creer
lo que es más fácil en vez de gastar su tiempo con cosas que ellos
ven como riñas infantiles —vociferó BaekHyun. Recién ahí
notaste cuán afectado estaba BaekHyun por la situación. Era un
miembro del Consejo Estudiantil, así que intentaba tanto de evitar
favoritismos que habías olvidado lo cercano que era con ChanYeol.
—Baja tu voz, BaekHyun
—reprimió SuHo.
—¿Por
qué? ¡Es verdad! Si no fuese así, no hubiesen tomado decisiones
tan rápido —respondió BaekHyun.
—Entiendo
cómo te sientes, pero necesitamos ser cuidadosos. No queremos tener
más razones para estar del lado de los malos. Las cosas ya son
difíciles como están ahora —le dijo SuHo.
—¿Hay
algo que podamos hacer al respecto, hyung? —D.O., quien había
estado en silencio todo el tiempo, finalmente preguntó sus ojos
desesperados llenos de ilusión.
SuHo
dio un medio suspiro antes de responder: —Pensaremos en algo. Como
dijiste, es un poco demasiado temprano para tomar una decisión.
Puede que exista la oportunidad de que ellos lo reconsideren.
Dudaste
altamente de lo que él dijo, y te reconfortó un poco ya que SuHo no
sonaba muy seguro. Te agitaste inquietamente. Tu mente te gritaba que
hicieras algo, pero no sabías exactamente qué hacer en esa
situación.
—¿Qué
hay con Kai y ChanYeol? ¿Ya lo saben? —preguntaste.
—La
escuela les avisará sobre la decisión en poco tiempo. Probablemente
hoy, ya que el anuncio oficial será realizado mañana. Sus padres
también serán notificados y serán llamados para que vengan —dijo
SuHo.
—Creo
que es mejor si nosotros se lo decimos primero, hyung —SeHun dijo.
Miraste
a cualquier cosa menos a ellos, y los demás hicieron lo mismo.
—Supongo
que yo tendré que ir entonces. —SuHo suspiró—. BaekHyun, ven
conmigo. Los veré en la cena, chicos.
—Yo
también iré, hyung —dijo SeHun mientras los tres se iban juntos.
Te
sentiste culpable, pero realmente no tenías el corazón para
decirles a tus amigos que quizá dejarían de verse. Imaginaste que
los demás también sentían así.
—Supongo
que nosotros también tenemos que volar. Sólo tenemos un par de
minutos antes de la práctica —dijo Chen.
—No
creo que nadie esté de humor para practicar hoy —le dijo LuHan.
—Sí,
tienes razón. —Chen suspiró.
—JooRi,
te acompañaremos al dormitorio —te dijo D.O.
—¿H-huh?
—preguntaste. Tu cabeza había estado fuera del espacio por un
momento.
—No
te preocupes tanto, JooRi. Todo estará bien… espero —dijo Chen.
—Ustedes
vayan primero —les dijiste mientras repentinamente te precipitabas
hacia el edificio.
—¿A
dónde vas? ¡Ya, JooRi! ¡Espera un segundo! —Chen te llamó pero
tú lo ignoraste.
Fuiste
como un rayo hacia la oficina del director. Miraste por la ventana
abierta de la ahora vacía sala de conferencias. Encontraste al
director sentado detrás de su escritorio.
—Song
JooRi —te saludó, un poco sorprendido por tu entrada repentina.
—¡JooRi!
—Oíste la voz de Chen mientras él, LuHan y D.O. también entraban
como rayos en la oficina. Aparentemente decidieron seguirte hacia
allí. El director le dio a tu grupo una curiosa sonrisa.
—Director,
¿es verdad? ¿Van a expulsar a Kai y a ChanYeol? —le preguntaste.
El
director sonrió tristemente. —No fue mi decisión expulsarlos,
JooRi sshi. Pero ojalá la pudiese a haber tomado yo solo.
—Pero
usted es el director, ¿no hay nada que pueda hacer? A menos… que
también les creas. —Tu corazón cayó cuando dijiste la última
oración, ya que acababas de darte cuenta de aquella posibilidad en
el momento que la dijiste.
El
director no respondió. Dio un leve suspiro antes de ponerse de pie y
mirar por la ventana tras él. —La verdad, casi siempre, es una
cuestión de percepción. Lo que tú crees como verdad, podría no
serlo para otras personas. Generalmente, la pregunta no es qué es lo
que quieren creer, sino a quién
eligen creer.
—¿Entonces
que se supone que hagamos, director? No importa qué hagamos, esas
personas ya se han convencido en sus mentes de que nosotros mentimos
para salvar a nuestros amigos —dijo Chen.
—Tiene
razón —estuviste de acuerdo, recordando lo que pasó en tu juicio
hacía un rato—. No importa cuánto esfuerzo pongamos para
convencerlos, es demasiado tarde.
El
director los enfrentó y les dio una sonrisa. —Ver cómo todos
ustedes se preocupan tanto por sus amigos, me conmueve. Una amistad
así es muy preciosa y difícil de encontrar. Cuídenla.
Tu
rostro decayó. De alguna manera estabas esperando que él les diese
alguna especie de solución, pero sonaba como si indirectamente les
dijera que mantuvieran su amistad incluso si ChanYeol y Kai ya no
estuviesen allí.
—¡Vaya!
No me había dado cuenta de que era tan tarde —dijo el director
mientras daba una rápida mirada a su reloj—. Todavía tengo un
montón de cosas que hacer, me temo que me tengo que ir. Ustedes
pueden quedarse un poco más, si gustan. Maru está horneando unas
galletas en la cocinita.
Ninguno
de ustedes dijo algo.
—Entonces
bien. No pongan esas caras tan largas. Recuerden —dijo el director
acercándose a ti. Tomó tu mano y envolvió en ella algo que él
sostenía—, nunca es demasiado tarde —te dijo, y te dio una
significativa sonrisa. Palmeó tu mano antes de soltarla y salir de
la oficina—. ¡Ya nos veremos! —su voz resonó en el vestíbulo.
—Aquí
se fue nuestra última esperanza —dijo LuHan.
Diste
un breve suspiro mientras miraba la lata de coca en tus manos.
—Vámonos
—dijo D.O. y todos empezaron a dirigirse fuera de la oficina.
Como
si fuese un mutuo acuerdo, todos tomaron la ruta de regreso al
dormitorio en vez de ir al campo de fútbol. Suspiraste. Cada paso
que tomabas se sentía tan pesado como tu corazón. Incluso el
director, que era el hombre más poderoso del colegio, no podía
hacer nada para ayudar a Kai y a ChanYeol. Te negabas a creer que
habían llegado a un callejero sin salida.
Nadie
dijo ni una palabra en todo el momento. Parecía que los demás
pensaban las mismas cosas que tú.
Volviste
a suspirar por enésima vez.
Si
tan sólo no le hubiera mentido al profesor Jung, no estaríamos en
este problema. ¿Por qué siempre tengo que arruinar las cosas?
Detuviste
tus pisadas.
—¿JooRi?
—preguntó Chen cuando vio que habías parado de caminar.
—¡No
puedo dejar que Lee HeeJun expulse a Kai y a ChanYeol! —Diste un
irritado suspiro mientras te dirigías rumbo la enfermería.
—¿A
dónde va esta vez? —murmuró D.O.
—JooRi
¿dónde vas? —te llamó Chen desde atrás.
—Si
ellos le creen más a Lee HeeJun que a nosotros, ¡entonces voy a
hacer que ese idiota les diga la verdad incluso tengo que forzarlo!
—dijiste sin parar.
—JooRi,
¡espera! Deberíamos pensar esto primero. ¡Ya! ¡Espera un segundo!
—llamó Chen.
Sabías
que Chen tenía razón. Probablemente debías considerarlo. Ni
siquiera tenías idea de cómo hacer para que HeeJun dijera la
verdad. Ni siquiera eras lo suficientemente fuerte para pelear con
él, si es que lo llegases a necesitar.
¡Como
sea! ¡Él está lastimado de todas formas!
—Esa
chica nunca escucha —dijo D.O.
—¡Aish!
¡Ese estúpido oso canoso! —resopló LuHan mientras empezaban a
seguirte.
Se
precipitaron por la puerta de la enfermería e inmediatamente
encontraron a HeeJun quien lucía sorprendido cuando te vio. Casi
todo su cuerpo estaba cubierto por vendajes o yesos. Te hubieses
sentido apenada por un momento si no fuese por la malvada sonrisa que
inmediatamente atravesó su rostro.
—¡Hey,
excremento! ¿Viniste a verme? Qué amable de tu parte —se burló—.
E incluso trajiste a tus amigos —añadió cuando vio a los demás
detrás de ti.
—¡Diles
la verdad! —le dijiste.
—¿Qué?
—Se rió.
—Hayas
dicho las mentiras que hayas dicho, ¡quiero que te arrepientas y les
digas la verdad!
—¿O
qué? —se mofó—. Además, no tienes que decirme eso. Ya les he
dicho la verdad. Mi
verdad —guiñó y se recostó cómodamente en su cama.
Apretaste
tus puños, silenciosamente apretujando la lata de coca que el
director te había dado y la cual seguía en tu mano. Tenías muchas
ganas de lanzársela a su asquerosa e irritante cara.
—He
oído lo que le pasó a tus amigos. Van a ser expulsados, ¿no? Bien
por ellos. —Se rió.
—Tú,
pequeño…
—¡No
lo hagas! —dijo Chen, mientras entre él y LuHan intentaban detener
a D.O. de hacerle Dios sabe qué a HeeJun.
—¿Qué?
¿Quieres golpearme? Si es así, adelante. Entonces todos ustedes
serán expulsados, igual que sus inútiles amigos.
—¡Tú
eres el único que debe ser expulsado! —gritaste.
—Qué
mal. No me voy a ninguna parte. ¿Y adivina qué? Es todo gracias a
ti, excremento. Oí lo que pasó en tu testimonio. Es toda tu culpa
que tus precios noviecitos vayan a ser expulsados, y tú serás más
que una sucia mentirosilla.
—¡Cállate!
—gruñó LuHan.
—Y
tú, sigues alterando mis nervios. Eres malditamente molesta. No
entiendo cómo a la gente le puede importar alguien tan basura como
ella…
—Dije
que te callaras —repitió fríamente LuHan.
—Oh,
¿sí? Hazme callar —se burló.
Oíste
a LuHan gruñir y en un segundo ya estaba junto a la cama, sujetando
a Lee HeeJun por su remera, mientras la otra mano se apretó en un
puño, como si estuviese por golpearlo.
—LuHan,
no…
—¡¿Qué
pasa aquí?! —Fuiste interrumpiste por una sorprendida señora Lee
en la puerta—. ¡Tú! —gruñó cuando te reconoció en el grupo—.
¡Aléjense de mi hijo!
La
señora Lee, mitad corrió, mitad saltó hacia la cama de HeeJun.
Tomó a LuHan por el frente de su remera y lo lanzó hacia la pared.
—¡LuHan!
—jadeaste horrorizada mientras tú y los demás corrían hacia él.
LuHan gruñó mientras se obligaba a sí mismo a sentarse.
—¡Cómo
te atreves a ponerle una mano encima a mi hijo! —gruñó ella, sus
ojos estaban rojos, su mano lucía letal con sus largas y afiladas
uñas—. ¡Te voy a matar!
—¡Suficiente!
Volteaste
para ver al padre de HeeJun parado junto a la puerta.
—¡Trataron
de lastimar a nuestro hijo! —susurró la señora Lee—. Voy a
matar a estos granujas…
—¡Dije
que es suficiente! —bramó el señor Lee dirigiéndose a donde
estaba la señora Lee—. Todos ustedes ¡váyanse! —ladró—. Me
encargaré de ustedes más tarde.
—Vamos
—dijo Chen mientras ayudaba a LuHan a levantarse.
—¡Me
aseguraré de que paguen por esto! —gritó la señora Lee detrás
de ustedes, mientras los cuatro salían de la enfermería.
—¿Estás
bien? —le preguntó Chen a LuHan mientras bajaban al vestíbulo.
—Sí
—respondió. Te alivió ver que él no parecía estar lastimado.
—¿En
qué pensabas? —reprochó Chen.
—¿Qué?
—respondió LuHan—. Ese bastardo se merece más golpes.
—No
deberías haber hecho, sabes. Además, es el trabajo de ChanYeol ser
osado. Ahora tendremos más problemas —dijo Chen.
Te
tambaleaste sobre tus pisadas, pero afortunadamente D.O. fue capaz de
sostenerte del brazo para apoyarte justo a tiempo.
—¿Estás
bien? —preguntó D.O.
—S-sí.
¿Podemos detenernos por un momento? —respondiste. Fuiste a la
ventana más cercana y te paraste allí por un rato, sujetando el
marco de la ventana como apoyo.
—Ya,
¿segura que estás bien? —preguntó Chen.
—Estoy…
estoy bien. Sólo necesito un poco de aire fresco —le dijiste. Tus
rodillas temblaban y también tus manos. Tu corazón latía
ruidosamente y pudiste oírlo sin siquiera poner una mano en el
pecho. Tu corazón era un revoltijo de emociones, tanto que ni
siquiera podrías decir exactamente que te sentías mucho más fuerte
en el momento. Podías jurar que había dejado de latir en el momento
que la señora Lee lanzó a LuHan a través del cuarto. Una parte
tuya creía que se iba a destrozar en pedazos tras el impacto, pero
fue un alivio que él quedase en una pieza entera. No sólo eso,
también sentías tanto enojo hacia Lee HeeJun que ahora mismo
parecía que el enojo exprimiría tu pecho.
Fue
una mala idea ir allí. Habías ido sin pensar que tú y tus amigos
estaban en mayores problemas por tu culpa.
—Hmmm…
—murmuraste mientras apretabas tu pecho.
—¿JooRi?
—dijo Chen alarmado.
—¡Hmm!
—murmuraste mientras te agachabas en posición fetal. Tu pecho se
sentía tan duro que creías que iba a explotar. Tu visión se volvió
borrosa mientras tus latidos bombeaban ruidosamente en tus oídos,
amortiguando los demás sonidos a tu alrededor.
—Ya,
JooRi, ¡¿qué está mal?! —dijo Chen mientras él y los demás se
arrodillaban junto a ti.
—Hyung,
mira —dijo D.O. y señaló tu limitador. Estaba brillando en rojo y
podías oír débiles, continuos pitidos saliendo de él.
—Sácaselo
—dijo Chen.
LuHan
tomó tu mano y desabrochó el limitador de tu muñeca.
—¡HNN!
—lloraste. El dolor de tu pecho se incrementaba. Te retorciste en
el suelo mientras el dolor viajaba por todo tu cuerpo. Tu cabeza se
sentía como si se fuese a partir en dos.
—¿Qué
está pasando? —Chen entró en pánico.
—Traeré
al doctor Jung —dijo LuHan.
Diste
el último grito de dolor antes de que tu visión se consumiese por
la oscuridad.
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