SeHun - (ValeCaroline)
Mi hyung
se estaba comportando muy extraño, como si no soportara tenerme a su lado, lo
cual era muy extraño, él siempre me cuidaba y me hacía reír. Desde que había
confesado mis sentimientos a MinSeok, hyung no había sido el mismo, o quizá yo
no sabía cómo comportarme al darme cuenta que me gustaba.
Pero ese
día cambio todo para mí. LuHan escapó durante el descanso, junto a MinSeok. Los
seguí hasta que llegaron al baño… no quise escucharlos, pero no pude evitarlo.
Desde
los gemidos de MinSeok, hasta su pelea. Me sentí terrible al darme cuenta que
su pelea era por mi causa, mucho más la forma en que me nombraba el mayor de
todos, como si quisiera escupir las palabras. Creí que hyung iba a defenderme…
- Yo no
estoy con SeHun, él es solo un dongsaeng que busca el cariño de los demás… -
sin poder evitarlo, las lágrimas empaparon mis ojos y salí corriendo del baño,
no me importó si me escuchaban.
Cuando
volví a la sala de práctica, aún estaban descansando. Me senté aun costado,
lejos de todos. Me sequé las lágrimas con el dorso de la mano y me quedé
quieto.
- ¿Dónde
están LuHan y MinSeok? – escuché que preguntaba el coreógrafo. Todos se miraron
negando con la cabeza -. Hasta que no lleguen no comenzaremos – salió, y como
por arte de magia, esos dos aparecieron por la puerta sonriendo como idiotas y
tomados de la mano.
-
Tenemos algo que decirles – anunció feliz LuHan, luego miró a quien tenía
sujeto, sonriendo para animarlo a hablar.
-
Nosotros… - miró a LuHan, estaba muy sonrojado -. Nosotros estamos saliendo… -
luego de hablar se escondió detrás de su “novio”. Fruncí el ceño, ahogando mis
lágrimas otra vez, sintiéndome defraudado, sintiéndome repleto de celos. Todos
comenzaron a acercarse y… ¿felicitarlos? Un dolor muy fuerte se hizo presente
en mi pecho. Me levanté de donde estaba, caminé hasta ellos y choqué mi hombro
con el de MinSeok antes de salir de la sala.
Caminé sin
rumbo por los pasillos de la empresa, golpeando, cada tanto algunas paredes. Llegué
al primer piso inconscientemente. Observé las puertas rojas, detrás de las
cuales había pasado horas, practicando y practicando sin parar. Intentando que
mi voz mejorara… pero al parecer aún no era lo suficientemente bueno. Unas
niñas aprendices comenzaron a murmurar. Las observé de mala manera y me metí en
una de esas pequeñas salas.
Observé
el teclado y las partituras, sonriendo con amargura me senté ante él. Nunca había
aprendido a tocar realmente, los entrenadores decían que me iba mejor el baile,
y yo les hacía caso, porque podía ver a LuHan más de cerca. En ese tiempo me
gustaba verlo bailar, él siempre era atento con todo el mundo, a pesar de que
en ese entonces su coreano no era demasiado bueno me gustaba oír su voz, era
suave. Él fue mi verdadero primer amigo.
Lágrimas
de frustración comenzaron a correr por mis mejillas. Las dejé estar, después de
todo era un llorón, un maldito llorón que no sabe controlar sus sentimientos. El
pecho dolía demasiado, las lágrimas se mezclaron con los sollozos, y estos con
los espasmos que no podían dejar de impedirme el respirar.
Al fin
pude calmarme. Había recibido los llamados de todos los miembros, pero no quería
atenderlos. Como pude sequé mis lágrimas y salí de la pequeña sala de canto. Busqué
un baño para intentar borrar los rastros del llanto.
Mi rostro
no estaba tan mal, solo mis ojos estaban completamente rojos y mi nariz repleta
de moco. Me limpié lo más que pude e intenté sonreír.
Golpeé la
mesada. Volví mi vista al espejo y envié un mensaje al manager, volvería al
departamento e iría a dormir, no quería que me vieran en ese estado.
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Unos
golpes se escucharon cuando los miembros llegaron, seguidos de unos gritos, que
lograron despertarme, pero no me levanté, no me creía capaz de verlos a la cara,
mucho menos a MinSeok… podría haberme avisado, y no hacerme quedar como un
estúpido.
Unos susurros
se oyeron en el cuarto. Eran ellos.
- Ya,
Lu. SeHun está durmiendo.
- No
importa, los chicos dijeron que podría quedarme aquí.
-
Déjalo, en serio. Por favor – imaginé a XiuMin haciendo esas estúpidas caras
tiernas que hace a las fans.
Con un
enfado que nunca hubiese creído capaz de sentir me levanté de la cama. Observé
a ambos con rabia, pero más que nada a MinSeok.
- Creí
que eras buena persona – dije, antes de caminar hacia la puerta pisando fuerte
-. Pueden quedarse con el cuarto si quieren – y sin mirarlos salí del cuarto. No
presté atención a las palabras de los otros miembros, solo me metí en el cuarto
de JongDae y Tao, acostándome en la cama que pertenecía a LuHan.
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