Durante el
primer descanso de aquella calurosa mañana, mientras todos se la arreglaban
para recuperar el aliento, LuHan me tomó de la mano y me arrastró hasta el
baño.
Ni bien nos
encerró a ambos dentro de uno de los cubículos, me besó bruscamente sin
delicadeza alguna. Lo necesitaba, extrañaba demasiado sentir sus labios sobre
mi piel.
—LuHan… ah
—gemí, mientras mis piernas temblaban y yo luchaba por liberarme de sus labios.
Pero cuando noté sus segundas intenciones, al ver que intentaba colar sus manos
por debajo de mi camiseta no lo soporté más—. LuHan, ya basta —me apresuré a alejarme todo lo
posible de él, quedando pegado contra la pared del cubículo.
—Minnie, lo siento —vi su
rostro lleno de arrepentimiento e intentó abrazarme, pero todavía estaba
cegado por los celos, por lo que lo
empujé—. No te enojes así—dijo con voz suave, tomándome con sus cálidas manos—.
Pero no tienes idea…
—Sí,
lo sé. Me lo dices desde hace días —contesté aún frustrado y malhumorado,
soltando con dureza su mano. Estaba seguro de que luego me arrepentiría de
comportarme de ese modo—. Dime una cosa, LuHan. ¿Por qué no mejor le pides a tu
amado dongsaeng que te atienda? —añadí irónicamente.
—¿Eh?
—preguntó desconcertado—. Minnie… no sé de qué hablas —genial, ahora finge que
no lo sabe.
—Por
supuesto que lo sabes. Hablo de tu amado dongsaeng, ese que se te pega como…
como… —los nervios me alteraban y ni siquiera era capaz de expresarme
con espontaneidad.
—Ya tranquilízate. Yo sólo
te amo a ti, no entiendo por qué metes a alguien más en esto —me reprochó,
haciendo que nuevamente me sintiera culpable. Al ver su cara enfadada, no pude
evitar largarme a llorar silenciosamente. Cosa que estaba haciendo muy seguido
estos últimos días. Era ridículo, sin embargo ahí estaba él con su expresión
preocupada y sus largos dedos borrando todo rastro de tristeza—. No tienes idea
lo que te quiero. No entiendo porque siempre haces el mismo circo. Me gustas, y
no hay forma de que alguien pueda quitar ese lugar que tienes dentro de mi
corazón —me reí avergonzado entre hipidos, conmovido y con unas nuevas ganas de
besarlo.
—¿Entonces
por qué siempre estás con SeHun? —pregunté aún dudoso. Pero él se burló como si
le hubiese hecho una pregunta muy absurda.
—Yo
no estoy con SeHun, él es solo un dongsaeng que busca el cariño de los demás…
Afuera,
se oyó el portazo de alguien, como si intentara decirnos “los escuché”. Con el
corazón por la garganta, miré a mi novio quien no lucía tan preocupado como yo.
—¿Y
si fue SeHun?
—Yo
hablaré con él en cuanto vayamos a casa ֫—dijo rodando los ojos—.
Antes de volver, ¿te puedo besar?
Me mordí
el labio intentando esconder una sonrisa tímida, sin éxito.
—No sé
desde cuándo pides permiso para eso —respondí, antes de pasar mis brazos detrás
de su cuello y de besarlo con impaciencia. Él respondió gustoso abrazándome por
la cintura y de esa forma juntando aún más nuestros cuerpos.
El beso
amenazaba con pasar a asuntos mayores, cosa que no me importaba, pero tenía que
comunicarle mi nuevo cambio.
—Lu…
—murmuré sobre sus labios—. XiaoLu, ¡un momento! —insistí viendo que él no
tenía intención alguna de romper el beso.
—¿Qué
pasa? —preguntó quejoso.
—Creo
que estoy listo… —al ver que arqueaba las cejas en señal de confusión, agregué
rápidamente—, para decirle a los demás de nuestro noviazgo.
LuHan
sonrió radiante de felicidad, justo como más me gustaba verlo.
—¡Sí,
sí, vamos MinSeokkie! —nuevamente me tomó de la mano y salimos rumbo a la sala
de práctica.
—Estoy
orgulloso de ti, Minnie —dijo con cariño sin dejar de caminar. Yo hubiera
llorado de alegría si no fuera porque me hice el fuerte, pero no había nada más hermoso
que él reconociera mi esfuerzo y que supiera lo mucho que me costaba superarme.
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SJDBASJDHBSADJASHGDVASHD yo quería ver el Lemon ajsdbhasjd xDD -se va a leer rápidamente el siguiente cap-
ResponderEliminarJajaja, en un principio no pusimos demasiado lemon, pero más adelante hay un poquito.
EliminarGracias por comentar!