martes, 8 de octubre de 2013

ROL - XiuHan - 12

LuHan - (ValeCaroline)

Bien, pasé de ser el querido hyung al que todos quieren acompañar a ser el objeto preferido del maknae.

Enfurecí mucho cuando me besó, pero no pude decirle nada, se veía demasiado confundido. Me limité a suspirar y volver al apartamento.

Observe a MinSeok que seguía durmiendo tranquilamente, ajeno de todo. Le acaricie el cabello, bese sus labios y volví a recostame nuevamente, abrazándolo con cariño.

Quería olvidar lo sucedido con SeHun. Quería tenerlo a él, sólo quería una cosa en el mundo más que a MinSeok, y eso era mi familia, y quería que de una vez por todas lo entendiese.

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- Rayos, LuHan, sí que te pasaste anoche - dijo un muy divertido ChanYeol, cuando llegamos a desayunar esa mañana, luego de observar el rostro adolorido de MinSeok al querer sentarse.

- Pienso que no podrá practicar demasiado hoy - se unió a las risas JongIn. Luego, todos comenzaron a mofarse del mayor, que cada vez se ruborizaba más. Aunque tenían razón, había sido demasiado brusco.

Luego de desayunar nos dirigimos a la empresa, donde comenzamos a practicar las nuevas canciones para el álbum, por suerte para MinSeok, nada de bailes por hoy, aunque se mantuvo parado toda la tarde.

Los miembros de M y K nos tuvimos que separar para practicar en chino y coreano, respectivamente.

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Todos tomamos un descanso a la vez. Los miembros de K se reunieron con nosotros, trajeron comida y bebida. Con una sonrisa en el rostro tomé, antes que esos monstruos pudiesen devorar la pizza completa, dos porciones, entregándole una a MinSeok, quien me agradeció con una sonrisa fingida, luego se alejó de todos, comiendo de a pequeños mordiscos. Creyendo que quizás estuviese demasiado cansado como para charlar con todos, volví mi vista hacia los animados ChanYeol y BaekHyun, que contaban anécdotas.

Mientras todos reíamos, comencé a observar alrededor. JunMyeon, WuFan, YiXing y KyugSoo intercambiaban miradas y hablaban despacito entre ellos. JongIn, junto a JongDae estaban demasiado concentrados en su comida. SeHun seguía en su mundo y masticaba mirando a la nada. Tao observaba al menor de todos, buscando que le devolviese la mirada, y tragando como solo él sabe hacerlo... se me ocurrió una idea en ese momento, algo que esperaba fuera a funcionar.

Busqué a MinSeok con la mirada, debía contarselo, a él le gustaría. Pero no me gustó lo que vi.

- MinSeok - me paré frente suyo. Subió la vista con cuidado, entregándome una cálida sonrisa. Pero no me iba a comprar esta vez. Recordé mis dedos sobre su piel, ya no era como antes, ahora podía tocar con apenas rozarle, cada una de sus costillas. Le obligué a levantarse y metí mi mano en su bolsillo. Su sonrisa se borró inmediatamente, y bajó su mirada al suelo. Envuelta en una servilleta, estaba la porción de pizza, mordisqueada por la punta, que le había entregado hacía unos minutos -. ¿Por qué sigues con esto? ¿Cuantas veces te pedí que no hagas caso a esos estúpidos comentarios? - sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, y para evitar que lo viera bajó el rostro, pero no dijo nada -. Minnie... - suavicé un poco la voz, y coloqué mis dedos debajo de su barbilla, levantandosela delicadamente para que me mirara -. Eres precioso, ¿por qué lo haces?

- Es muy difícil - sus manos comenzaron a moverse nerviosas sobre su pantalón -. Tú eres... así... y yo, soy como un gordo baozi.

- Pero si te haces delgado, parecerás una anchoa, y a mí me gusta abrazarte, eres blandito - le sonreí, haciendo que una risa nerviosa escapara de sus labios. Con delicadeza lo bese -. Ahora come - volví a entregarle la pizza, él la miró con duda, pero luego se la llevó a la boca y hasta que no dio el último mordisco no dejé de observarlo.

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- Observa - le dije, señalando a Tao y a SeHun. Ambos estaban cerca, se miraban de reojo, y el mayor se ruborizaba apenas cuando eso pasaba.

- Se ven como adolescentes enamoradas - rió MinSeok. Yo le imité -. Me gusta tu idea. Al menos no sufrirán por amor, como lo vienen haciendo hasta ahora.

- Lo sé. Es doloroso no ser correspondido - le miré durante unos segundos. Él solo se abrazó las piernas -. ¿Cómo piensas que deberíamos comenzar?

- No lo sé. Tao es demasiado lento y tímido para acercarse a SeHun, y SeHun... estuvo mucho tiempo antes de confesarse. Será difícil, a menos que alguien les diera un empujoncito.

- ¿Qué te parece hacer sentir celos a SeHun? - me miró con duda.

- ¿Qué tienes pensado? - preguntó con precaución, a lo que le respondí con una sonrisa ladina.

- Minnie… ¿Sabías que Tao te quiere mucho, pero mucho? – él frunció el ceño.

- Debes estar bromeando – se levantó de golpe, pero le tomé la mano y le obligué a sentarse entre mis piernas.

- Vamos, será divertido, solo tienes que actuar como siempre, quizás un poco más cariñoso… pero no demasiado, no quiero que ese panda te toque – le golpeé la nariz con un dedo.

- LuHan, ya basta. No soy cachorro – cruzó los brazos.

- Lo siento, no pensé que te pondrías así.

- ¿Qué otra cosa habías pensado? – cambió rápidamente la conversación. Yo puse un dedo en mi barbilla, pretendiendo buscar la respuesta.

- La verdad ninguna. Pensaba hacer que tú fueras a jugar al cuarto con Tao, y como SeHun está durmiendo con él, los vería. También quería hacer que alguno de los dos diera por lo menos un paso… no sé, hacerles algo…

- Pienso que JongDae te lavó el cerebro – ambos reímos -. Aunque es lo único que tenemos – encogió de hombros y luego se levantó. Caminó hacia los maknae, para tomar a Tao de la mano y llevárselo, ante la atenta mirada de SeHun.

- ¿Sucede algo malo? – pregunté al chico, una vez los otros dos hubiesen desaparecido por la puerta. Él se apresuró a negar -. SeHun…

- Hyung… ¿Qué… es lo que sientes cuando… besas a MinSeok hyung? – su voz tembló mientras habló. Abrí los ojos grandes. ¿Qué es lo que sentía cuando estaba con MinSeok?

- No lo sé – comencé, luego de sentarme a su lado y comenzar a jugar con el cierre de su buzo -. Son demasiadas sensaciones juntas como para expresarlas. Pienso que si no puedo estar junto a él el mundo se destruirá, que todo a mí alrededor será solo una vida sin sentido. Cuando sus ojos me miran solo pienso que soy el ser más feliz del planeta… - dejé de moverme unos segundos. Y le miré a los ojos, no parecía lastimado, solo confundido.

- ¿Solo con mirarlo sientes que tu día está mejor? – murmuró, a lo que yo le sonreí -. Entonces no me gusta hyung como yo pensaba.

- No, SeHun. Yo no te puedo gustar de esa forma. Nosotros somos hermanos – tomé su mano, haciendo que una débil sonrisa saliera de sus labios.

- A mi… me gusta alguien más, por eso no me puede gustar hyung – el chico comenzó a murmurar cosas sin sentido, o por lo menos para mí -. Hyung. Yo quiero a alguien. Pero tengo miedo de equivocarme de nuevo – luego se soltó la mano y salió del cuarto, dejándome más confundido de lo que hubiese pensado.

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Volvimos al departamento después de un largo día de trabajo. Tao fue el primero en meterse en el baño, pidiéndole a MinSeok que lo acompañara. Respiré y conté hasta diez, y me metí en el cuarto junto a YiXing, con quien hablé hasta que todos se hubieron duchado.

Me metí en el baño. Estaba hecho un verdadero asco después del paso de todos los demás. El jabón tirado, las esponjas revueltas, y mi shampoo a medio usar… lo había comprado hacía dos días. Decidí que el próximo lo escondería en mi armario.

Salí con una toalla atada a la cadera, para dejar que YiXing pudiese meterse. Solté una carcajada al escuchar su grito de angustia al ver todo aquel desorden.

Me metí en mi cuarto, encontrándolo completamente vacío. Supuse que MinSeok estaría con Tao, así que me puse algo de ropa cómoda para dormir y fui al cuarto de los maknae y JongDae.

- Tao, basta – escuché unas fuertes carcajadas desde donde estaba. Apresuré mi paso para encontrarme a mi novio debajo del chino con complejo de panda. SeHun los observaba desde la cama, leyendo comics. Sus ojos parecían arder en celos, pero no le puse demasiada atención. Quité al chico de encima de MinSeok y lo lancé al suelo.

- ¿Qué hacías? – mis ojos soltaban fuego, lo sabía. Me arrepentí de haberle dicho a Minnie que pasara más tiempo con Tao. El chico me miraba asustado. Movía sus labios, intentando decirme algo, pero el chino se le mezclaba con el coreano y no podía formular una oración completa.

- Hyung – llamó SeHun desde la cama. Lo observé.

- ¿QUÉ?

- MinSeok hyung le dijo que jugaran a los vaqueros – le miré ladeando la cabeza, confundido. Pero una carcajada escapó de su boca, dejando ver esa adorable sonrisa que siempre escondía, observé como Tao se ruborizaba al verlo.

Frunciendo el ceño, por no entender el chiste del que se estaban riendo los demás, tomé la mano de MinSeok, quien estaba sentado en la cama de Tao, y lo arrastré a nuestro cuarto.

- Minnie… mejor cambiemos de plan – dije, luego de habernos acostado en su cama.

- Lulú, no estés celoso – lo sabía, se estaba mofando de mí -. ¿Ahora eres tú el que está inseguro? Siempre me dices que no me preocupe, que me amas, y que se yo… pero ahora no confías en mi – supe que estaba enfadado.

- No es que no confíe en ti – me miró con burla, pero antes de que pudiese abrir su linda boquita dije -. No confío en ese chino con cara de panda.

- Tú eres chino…

- Pero no tengo cara de panda – soltó una carcajada, contagiándome.

Luego de hablar un rato más, nos dormimos.



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